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El hongo oídio, también conocido como óxido, es una de las plagas más dañinas para los agricultores y una de las principales causas de pérdida de cosechas al año en España. El hongo causa graves daños en la superficie de la planta, provocando la pérdida de la planta entera y la disminución en la calidad y cantidad de la cosecha.

Pérdidas por Oídio en la Agricultura

Las consecuencias económicas para los agricultores españoles en términos de pérdida de cosechas por el hongo oídio a nivel nacional son devastadoras. Según datos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, en 2018, la Comunidad Valenciana fue la región más afectada por el hongo oídio, con una pérdida de 15.402 toneladas de cosecha. En Cataluña, la pérdida fue incluso mayor, con un total de 19.167 toneladas. Otras Comunidades Autónomas con pérdidas significativas incluyen Andalucía, con 10.370 toneladas de cosecha perdidas, y Extremadura, con 7.640 toneladas perdidas.

Controlar el Oídio

Para combatir el hongo oídio en suelos agrícolas, muchos agricultores han buscado una solución a corto plazo en el uso de pesticidas, como fungicidas, para controlar la infestación y prevenir las pérdidas de cosechas. Sin embargo, esto puede tener un efecto negativo sobre el suelo y la salud humana.

Una alternativa más sostenible para controlar el hongo oídio es la mejora del suelo con organismos microbianos nativos. Estos microorganismos son una forma natural de controlar el hongo oídio, ya que contribuyen a mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. Estos microorganismos también aumentan la resistencia de la planta al hongo oídio, lo que ayuda a reducir la cantidad de pesticidas requeridos para controlarlo.

Además, el uso de microorganismos nativos también ayuda a mejorar la calidad de los suelos agrícolas en general. Estos microorganismos contribuyen a reducir el pH del suelo, lo que protege las raíces de la planta frente a los agentes patógenos. Esto mejora también la disponibilidad de nutrientes en el suelo y contribuye a una mayor producción y calidad de los cultivos.

En conclusión, es recomendable que los agricultores españoles inviertan en la mejora del suelo con organismos microbianos nativos como una forma de controlar el hongo oídio y prevenir las pérdidas de cosechas. Esto contribuirá también a mejorar la calidad del suelo y a promover una agricultura más sostenible.

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